CAP 3: ¿Te pongo nerviosa?

******: ¿Mujeriego? Nah...- me susurró una voz ronca al oído.

Me dí la vuelta sobresaltada, encontrándome con esos hermoso ojos verdes claros, a centímetros de los míos, mirándome pícaramente.

Harry: ¿Qué andas haciendo?- me preguntó acusador. Sentí como mis mejillas enrojecían.
Tu: ¿Nada?- dije dudosa.- Estaba averiguando sobre One Direction- admití. De nada serviría mentirle, ya había visto la pantalla. Me sentí como una nena a la que la acaban de sorpender haciendo una travesura.
Harry: Hum... Yo creo que sólo querías averiguar sobre mí- se agrandó, aún cerca mío. Ja, justo. Que siga soñando.
Tu: Soñá Styles, no sos tan importante- repliqué, divertida.
Harry: ¿Ah, no?- repuso con voz seductora. Admito que me pone nerviosa. Que me hable así, tan cera.
Con la poca dignidad que me quedaba, cerré la laptop y me aparté de él, que sólo me observaba con una ceja enarcada. Más bien, me estaba re fichando. Imbécil, por lo menos que disimule un cacho.
Tu: ¿Qué tanto mirás?-le pregunté al fin, harta de tanta miradita.
Harry: ¿lo linda que eres?- dijo dudoso.
Tu: Idiota- le reproché. Aunque por dentro me estaba muriendo de los nervios, claro.
Harry: Idiotamente sexy, ya lo sabés.
Le pegué un manotazo en el brazo, algo demasiado fuerte.
Harry: ¡Auch!- se quejó.- Pegas como hombre- me acusó, masajeándose el brazo.
Tu: Y tu lloras como niña- le contesté divertida, provocando su risa.

Estuvimos hablando un rato, de todo un poco, de cualquier pavada. En un momento miré el reloj: las ocho de la noche, con razón tenía hambre.
Tu: Tengo hambre- anuncié levantándome para ir a la cocina.
Harry: Yo igual, ¿me preparas algo?- me preguntó, más bien rogó, con ojos de cachorrito abandonado, que definitivamente me pudieron.
Tu: Está bien, pero no esperes mucho, a lo sumo un sandwich- y es verdad, cocinar no se me da muy bien que digamos. Directamente, no sé cocinar.
Harry: Lo que sea, gracias- me agradeció mientras caminaba conmigo por el pasillo- voy al baño- dijo antes de introducirse en una de las tantas habitaciones.

Bajé y abrí la heladera: jamón, queso muzzarella... busqué pan en los armarios y armé dos sandwichs. Luego los puse a calentar en el microondas para que el queso se fundiera.
Estaba buscando platos cuando irrumpió Harry en la cocina.

Harry: Muero de hambre. ¿qué haces?- quiso saber frotándose las manos, ansioso.
Tu: Sandwiches calientes- le dije aún buscando los platos. Por fin los encontré, y me giré, viéndolo recostado en la mesada, mirándome sin ningún pudor. En una pose ¿sexy? Sentí como mis mejillas adquirían más color de lo necesario.
Tu: ¿Siempre que te vea me vas a estar mirando?- pregunté acusadoramente. Lo cierto es que no me molestaba en lo absoluto, pero si me ponía nerviosa. Bastante.
Harry: ¿Siempre ta vas a quejar cuando lo haga?- me respondió desafiante, soltando una risita.
Suspiré.
En eso suena un pitido proveniente del microondas, anunciando que la comida ya estaba lista.
Tomé con una mano uno de los platos, y con la otra abrí el microondas y saqué los sandwiches. De pronto sonó mi celular, con 'As long as you love me' a modo de rington. Pero no podía atender, ya que tenía todas las manos ocupadas, y si me disponía a dejar todo en la mesada, seguramente quién me estaba llamando cortaría...
Tu: Harry ¿me alcanzas mi celular? Está en el bolsillo del saco- le pedí, avergonzada. No me parecía muy correcto, pero ta, tengo que atender ¿no?
Harry: Claro princesa- puse los ojos en blanco y se acercó a donde yo estaba. Detrás mío.. más cerca de lo necesario. Sacó el Blackberry de mi bolsillo y me lo puso en la oreja apretando el botón ON para atender la llamada.

Sólo que no se alejó, más bien creo que se acercó aún más. Casi podía sentir su respiración en mi cuello. Traté de ignorarlo y de no pensar en lo nerviosa que me ponía. Me aclaré la garganta, y hablé.

-INICIO VÍA TELEFÓNICA-
(en español)
Tu: ¿Hola?- saludé obviamente en español ya que, aparte de Harry, no conocía a ninguna otra persona de Inglaterra, por lo tanto nadie de aquí me podía llamar. Wow, que inteligente, a veces me sorprendo de mi misma.
*****: Hija, hola, ¿cómo estás?- escuché la voz de mi madre del otro lado de la línea. Suspiré.
Tu: Bien, ¿y tu?- respondí monótona.
Tm: Muy bien, pero con mucho trabajo.-me lo imagino- Te llamaba para avisarte que no llegaré para la cena, volveré tarde con Des- ¿Des? Ah, ya recuerdo. El padre de Harry.
Tu: Ok. ¿Algo más?- pregunté frustrada. Lo cierto es que me molesta demasiado que no tenga tiempo para cenar conmigo, por lo menos en mi primer día aquí.
Tm: Si quieres pide una pizza, o lo que gustes- me respondió, ignorando mi tono de voz.
Tu: Si, claro. Te dejo, estoy algo ocupada.
Tm: Ok, adiós hija.
Tu: Bye- y escuché el pitido que aninciaba que la conversación había finalizado.
-FINAL VÍA TELEFÓNICA-

Harry quitó el teléfono de mi oreja, pero seguía en la misma posición de antes. ¿Que no se piensa quitar?
Tu: ¿Piensas estar así mucho rato?- pregunté obviamente insinuándole que se corriera. Soltó una risita a modo de respuesta.
Harry: ¿Por qué? ¿Te pongo nerviosa...?- me susurró con voz ronca cerca de mi cuello. ¿Que pretende este chico? Que ni piense que puede conmigo. No soy una puta que se le tira encima al primero que ve. Aparte de que va a ser como mi hermanastro. Media pila. No puede coquetear conmigo.
Tu: De hecho si, así que déjame de soplar en el cuello y ayúdame con los platos- le respondí cortante.
Lo escuché reírse bajito y acto seguido sostuvo entre sus manos los platos, depositándolos en la mesada, y nos dispusimos a comer mi grandioso aperitivo-cena.

Harry: ¿Te pasa algo?- quiso saber, antes de darle un mordizco a su sandwich. ¿A mi?
Tu: -seguía pensando en mi madre y en su falta de preocupación hacia mi persona, pero decidí apartar esos pensamientos de mi cabeza.- Nada- respondí evasiva, saboreando el queso derretido en mi boca.
Harry: -se encongió de hombros- está rico- me informó, refiriéndose al sandwich.
Tu: Me alegro- me limité a decir, muy concentrada en mi queso derretido.
Terminamos de comer, ambos apoyados en la mesada de la cocina. En eso suena el celular de Harry.
Veo como mira en la pantalla y suelta un bufido antes de atender.
Harry: Caroline- escucho que dice. Y si... no puedo hacer otra cosa que chusmear, estoy aburrida. Disimulo sacando mi Blackberry y haciendo como que escribo algo.
Harry: Ahora no puedo, estoy ocupado- le informa. ¿Ocupado por mi? No creo.
Se ve que la tal Caroline le dice algo que le desagrada, porque pone cara de fastidio, y su tono de voz demuestra lo mismo.
Harry: Ok, ok. Ya voy- y corta. Hago como que sigo enfrascada en mi celular.

Harry: Oye... me tengo que ir.- anuncia con tono frustrado- si necesitas algo me llamas ¿ok? (ya había agendado su número en mi celular, y él el mío)
Tu: Am, si, claro- admito que no me gusta mucho que se tenga que ir, pero bueno - gracias por todo.
Me sonrió y se acercó para darme un beso en la mejilla. Que duró un poco más de lo debido..
Ta, la corto. Tengo que dejar de buscarle la quinta pata al gato.
Harry: Nos vemos- y acto seguido salió de la cocina.

Luego de que se fue, subí a mi habitación para ver un poco la tele. Comencé a cambiar los canales distraída, pero me dí cuenta de que me iba a dormir en cualquier momento, así que me puse mi pijama, que era así:

Apenas me acosté, caí en los brazos de morfeo.